sábado, 4 de octubre de 2008

No iba a escribir sobre esto.

Pudo ser así:

“Se nos cortó la comunicación….ahora la tendremos….”

“Yo vi que tú la cortaste…tu apretaste el botón…”
“No, no fui yo,…se cortó la llamada….”
“En serio?, es que yo vi que tú…”
“No Nora, cómo crees”
“Ah bueno…”

“Tenemos otra vez en la línea a la…”

Pero no fue así. Fue más o menos así:

Una furia descontrolada que no por habitual deja de ser molesta, ponerte de malas, hacerte pasar un mal rato, una furia arrastrada por la ira y como ya sabemos ella iracunda o no, no entiende razones, no escucha, se aferra: “Tú la cortaste, yo te ví…” .

Gritos y gritos aún antes de que acabara el de las dos, gritos y gritos mientras pasaban las secciones grabadas, acusaciones, señalamientos, aspavientos a través del cristal.

Antes de que acabara el de las dos ya estaba la otra, respondiendo a los insultos, comportándose a la altura; a gritos: gritos y gritos; a manotazos: manotazos y gritos; a acusaciones: acusaciones y manotazos y gritos. Todo un espectáculo.

Más allá de las cabinas, el público se vio sorprendido por este show fuera de programa, sólo inquietó a los más recientes; los demás tuvieron una oportunidad para comprobar que el pasado no está tan lejos, como en los mejores viejos tiempos, gritos y más gritos, las músicas pararon, las conversaciones se volvieron susurros, todos querían captar de primera mano el meollo del asunto.

Luego las versiones, “Es que se cortó la llamada y N creyó que fue a propósito, o sea que la censuraban”. “Si así es ella, si ya la conocen”, “Pero el chino no hizo nada”, “Nadie hizo nada”.

Un testigo en primera fila: sólo miraba, sólo escuchaba, desde la puerta de la cabina seguía los sucesos, no opinaba; como en otras ocasiones parecía que se deleitaba con el espectáculo, todo esto antes de que acabara el de las dos.

Pero acabó el de las dos y el espectáculo pasó a un segundo acto, no muy diferente: increpaciones y señalamientos más directos, gritos de un lado y de otro, acaso el intento de alguno por explicar que no fue a propósito, intento vano por supuesto en medio de aquellos dos torbellinos irracionales; replegados, los de cabina se hicieron uno, como un público privilegiado del choque entre dos adultos maduros, racionales, serenos, llenos de argumentos y sobre todo con la capacidad de escuchar al otro.

Casi como remate:

“¡Llevó muchos años conduciendo programas y lo hago muy bien!”.
“¡Pues yo llevo muchos años produciendo y también lo hago muy bien!”

Qué honor trabajar con ellas.

El testigo parece que habló, parece que escuchó, parece que lo que tuvo que haber hecho antes lo hizo después; buscar un diálogo y aclarar las cosas, parece porque todo fue tras las puertas del cuarto piso, se veía pero no se oía, alguno se quejó: “Han bloqueado la salida”, otro trataba de adivinar lo que se decía: “Ni idea”. Pero allá, tras las puertas ya no hubo manotazos, ya no hubo aspavientos, ya no hubo gran teatro.

El mundo contra ella, no es nuevo ya lo sabemos pero no por eso es menos digno de análisis, del “Yo tuve” al “Tú lo cortaste yo te ví” el mismo profesionalismo, la misma humildad, calidad humana, la misma absurda cháchara que a veces provoca sonrisas pero que también nos lleva en cualquier momento al fastidio.

Entre ellos, una sola postura: “Está loca, Que no te afecte. No es tu culpa. Tranquilo”, “Si”. pudo haber respondido el otro: “Si, está loca. No me afecta. No es mi culpa. Estoy tranquilo…¡pero es que da un coraje…!”.

Al final una hipótesis no tan aventurada: La próxima semana, lunes o martes, quizás el jueves o viernes; es muy probable que veamos a estas dos caricaturas humanas saludarse, besarse y hasta abrazarse.


No quería escribirlo pero lo hice.
Como Comodoro.
Villa de Xoco. Octubre 4 del 2008.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay gente por qué será que no te creo lo de los gritos?, lo que es un hecho es que tu y yo trabajamos con las 2 mujeres de mayor experiencia en este H.cuarto Piso, Imagina, si dicen tener tanta experoencia, les habrá tocado producir y conducir la última cena???...

Anónimo dijo...

Corazón te puliste como has krezido dehsde qe hestaz conmigo....de lo otro poco, nada el eterno niñito o niñota que todos llevamos adentro y que de pronto se lanza un marrón en los chones

Anónimo dijo...

Esto es solo una pequeña muestra de los dìas fustrados que se viven en "ocasiones" (jajaja...) en el 4to. piso.
Per lo aqui apintado no lo es todo, nooooo, hay algo pero.
M. Segurìsima de haber hecho bien al defender al acusado (a gritos), trata de convencer al personal a su cargo que se firme una "carta en contra de N.", por abuso, por insultar, menospreciar y maltratar psicològicamente a las personas que laboran con ella.
Si esa carta se hubiese realizado, no solo serìa contra N, nooooo, sería contra M, contra la princesita que carga corona como reyna y contra todo aquel que no tenga razón humana y maltrate al personal del H. 4to piso. dirían los póliticos que tampoco sirven para nada productivo... "Caiga quien caiga!"

Y si es así, yo seré la primera persona en firmala, es más ahorita mismo la empiezo a redactar.

Anónimo dijo...

solo falto preguntar por el que increpó con el famoso "ESPURIO" y "NO HAY LIBERTAD"

Anónimo dijo...

nunca se había puesto tan loco
si es la primera vez que me toca
todos estaban acostumbrados
menos yo
prometo manejar mejor mi encabronamiento
escribiendo en c3pm..
y sacar la ira en otro lado que no sea el
h. 4to piso
no hay a quien irle, las 2 son iguales

the troublemaker

Anónimo dijo...

Que loco...me imagino el espectáculo entre las divas de la redacción...espero la crónica de la reconciliación.......para tener la historia completa...

Anónimo dijo...

Corazones... un gusto ver que las cosas no han cambiado.

Al leer experiencias así, la nostalgia queda atrás con un sentimiento de "ok, no me han de extrañar porque aún se hacen espectáculos de calidad en el 4to piso".

Como bien apuntan, para cuando esté yo dando click a este mensaje, seguramente ellas estarán despertando juntas nuevamente.

Por favor, dénle mis saludos a las protagonistas y díganles que con su amplia experiencia aprendí mucho. Hoy, gracias a todo lo que vi en mi estancia nociciosa, puedo gritar, aplastar y humillar a la gente con la que trabajo con el menor tacto que jamás hubiera imaginado.

Saludos a todos desde la húmeda, fría y enfermizamente verde Xalapa.

R3