jueves, 11 de febrero de 2010

Manifiesto del 14

A Sin C


Manifiesto del 14.



- Odio febrero.
- Odio el sentimentalismo barato.
- Y el sentimentalismo caro.
- Odio las rosas rojas de plástico con gotas de silicón.
- Odio la falsa felicidad.
- Y la felicidad verdadera.
- Por lo tanto odio a Irma Cuevas.
- Odio la cara de los tipos que llevan una rosa roja de plástico en la mano pensando “Ya cumplí”.
- Odio la cara de las tipas que llevan una rosa roja de plástico en la mano pensando: “Si me quiere”.
- Odio la cereza en el pastel.
- Odio el día del hotelero.
- Odio los mensajes de “Que tengas un feliz día de la amistad”.
- Odio las imitaciones de chocolates “Kisses”.
- Odio las tazas con agarraderas de “Osito” llenas de chocolates de imitación.
- Odio los poemas de amor.
- La “canción desesperada” no.
- Odio hacer programas de poemas de amor.
- Odio hacer programas.
- Odio el color rosa.
- Odio el “¿Cómo le dices de cariño?”
- Odio “Puchunguita”.
- Odio “Gordo”.
- Odio “Mi amor”
- Por supuesto, pero por supuesto, odio “Corazón”.
- Odio “Bebé”.
- Odio a las parejas que se visten igual.
- Odio que del odio al amor haya sólo un paso, debería haber tres.
- Odio las fiestas masivas de solteros.
- Odio “el valor de la amistad”.
- Odio al “Comunicador de México”.
- Y a sus spots.
- Odio a quienes no lo odian.
- Odio a Valentín.
- A Elizalde no.
- A Trujillo.
- Y a Pimstein.
- Y a San.
- Odio “La Hora de Luis Miguel”.
- Las “Serenatas de la Zeta”.
- Odio la canción “Amigo”.
- De paso odio al papa.
- Al de ahora.
- También al de antes.
- Odio “El sol nace para todos”.
- Odio un “muchito” a “toditos” los diminutivos.
- Odio a los osos de peluche.
- Y seguro odio más cosas, pero ahora no me vienen a la mente.


Comodoro.
Febrero del 2008.


Anexo del odio.


- Odio mi mala memoria.
- Odio “La media naranja” de Fey.
- Odio las caritas felices.
- Odio las iniciales T.Q.M.
- Odio la “malteada compartida”.
- Odio el corazón: “C y R se aman”.
- Odio el día después del trece.
- Odio los videos románticos en “Yo tube”.
- Odio las cadenas en los mails.
- Odio a los que lloran en las películas románticas.
- Odio a quienes hacen las películas.
- Odio a los que responden los “Test” de las revistas de amor.
- Odio a los que hacen los “Test”.
- Odio a quienes leen las revistas de amor.
- Odio a quienes hacen las revistas de amor.
- Odio el “Vales mil”, pa mi que sólo vales 213 o 57, ¿Pero mil?.
- Odio el corazón en lugar del punto de la i latina minúscula.
- Odio a quienes los hacen.
- Odio como Superana a los globos metálicos.
- Odio que algunos miren ese día a los solteros con lástima, como si fueran desgraciados.
- Odio los rostros de sorpresa cuando se enteran que tú no celebras ese día.


Otro Anexo.

- Odio el Bicentenario.
- Odio la Fonda Bi.
- Odio la 2010.
- Odio el “Amigos y amigas” de Calderón.
- Odio que no haya un manifiesto del 24 de enero.
- Odio que Prócoro me pique las costillas.
- Odio que Prócoro no se estrelle más en los cristales.
- Odio la “Mesa de Regalos” para las bodas.

- Odio el "Que Dios lo bendiga" que me acaba de recitar un radioescucha.

- Odio las visitas de estudiantes de la Ibero a la emisión de Arpe.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Comentarios sueltos tres. (Biología)

Estudio somero de las especies endémicas de Xoco.
Caso: Sub-especie del Se.So.
Doctor. Mulferio Domínguez. *

-¿Por qué mandan tanta basura?
-Nomás están seis meses y se van.

Van y vienen especímenes. Van y vienen ejemplares de la sub especie del Se. So.** ya lo hemos dicho en repetidas ocasiones. Primero llegan tranquilos, como de no matar ni una mosca, como con ganas no de aprender que eso está en chino, son sub-especie, pero sí como de hacer caso.
Es variable pero sólo es cuestión de uno o dos meses (algunos muestran retrasos congénitos a su sub-especie y otros simplemente son muebles, una variable de esta familia) y muestran su verdadero rostro: Servicio Social. Nomás es que agarren confianza y entonces ya le toman la medida a esto. Que lleguen tarde va, que escriban mal, ni modo también va. Que no piensen, bueno nadie lo esperaría; pero que además quieran imponer sus modos, su habla, sus formas, sus actitudes, sus intentos de ideas. “Que falta de respeto, que atropello a la razón” dice un tango.
Ahora bien, si ya son por sí mismos cortos de entendederas, estrechos de luces, de inteligencias barrocas, ¿por qué entonces no asumirlo de entrada y revertirlo en nuestra conveniencia?
Un Se. So. sólo es tolerable si es proporcional la multiplicación de su edad por su estatura por sus horas de servicio de un lado y su calidad molestable de otro lado.
Entonces esto es llevadero.
Si tengo que aguantar a una que viste de rosa y que le dice comadre a su amiga, entonces que yo la pueda poner apodos, que yo la pueda agredir, que yo la pueda ridiculizar, que yo la pueda correr.
Si tenemos que soportar a alguien de gustos estéticos flexibles, sea en lo musical en lo literario o en el vestir, entonces que aguanten burlas, dobles sentidos, empujones y que también vayan a la tienda.
Si es necesario convivir con entes que confunden el Cuarto Piso con la cafetería de su escuela, que creen que nos interesan sus conversaciones, que nos importa que aprendan algo, que suponen que los tomamos en serio, entonces que ellos aguanten nuestros chistes, nuestra música, nuestro genio, nuestro humor y también la falta de, que se resignen a nuestras ocurrencias y a nuestros caprichos que los ilusos malconfunden con muestras de “amistad”.

Y que tengan que saludar a Lazacano. Que tengan que escuchar a Nora. Que tengan que oír cantar a Carota, que tengan que ver a Cuevas.

Se lo merecen.

Lo de 2010 es aparte.

Marietta. Sólo están seis meses.

También hay excepciones (pocas) pero no quiero mezclarlas.

* Mulferio Domínguez es Investigador Emérito de Instituto de Ciencias Xoquianas, miembro de la Academia de Ciencias Xoquianas, Catedrático de la Universidad Autónoma de La Pequeña Habana. Ha publicado entre otros, “El fantasma de Domínguez” y

**Abreviación de Servicio Social.

jueves, 4 de febrero de 2010

Comentarios sueltos dos.

Como la guerra de Irak después de la guerra, como el Mundial de Alemania fuera del estadio y como Haití después de las réplicas, así este intento de crónica más de un mes después.

Pudo parecer festival de primaria, es más, de kínder. Que los del coro cantaran, que los de la “Activación física” dieran una demostración, que los del Fútbol sí fueron allí premiados, que los de baile bailaran y que Carota cantara.

Pudo parecer festival en el que las mamás corean “¡Otra! ¡Otra!” aún en contra de la voluntad de sus propios hijos y ante la resignación del público. Pero creo que no, nadie pidió que Carota cantara otra.

Pero hubo concursos, bien padres. Karaoke, baile y rifas. Si hasta parecía Kermés. Que no ganó Omaro, quede esto en el misterio de los especulativos, tal vez se decidió en la mesa o era un “encargo”. Que no ganó Carota, quede esto en cambio en el beneplácito de los invitados.

La Tapia si ganó, si hasta se espantó con el Premio más grande, ¡un premiote pues!. Hasta parecía enojada “¿Ora cómo me lo voy a llevar?” decía como quien hubiera preferido de obsequio una bonita nochebuena. Pero ganó y se sabe que ni el intento hizo por veriguar cómo era su ése gimnasio, quesque se lo regaló al hermano por cumpleaños. Bueno, mejor lo hubiera vendido. Se me hace que el brother si lo vendió.

Iztapalapa el gran ausente. Se notó su no presencia, se notó en el ambiente, se notó en la falta de gritos a favor de ésa la delegación del Juanito y del Chucho. Otros faltaron pero no se les extrañó, la verdad. Pero y “¿¡Arriba Iztapalapa!?”. Quedará en el recuerdo.

El otro año va a salir mejor. Venderán boletitos como en Kermés, ora si cantará el Coro, ora si demostrarán los deportistas, ora si la Tapia no ganará nada, ora si no se acabarán las cervezas, ora si no tendré que subir a dar el bloque.

También habrá innovaciones, una demostración de Producciones Radiofónicas al Vapor. Lectura Veloz del Código de Hípica, Concurso de Disfraces, Póngale la Cola al Servicio Social, Letanía Nora Pronovis, Concurso de Piñatas alusivas a la barra programática y para terminar con un ponche en la mano, popurri de villancicos ambientado con nieve artificial.

Sí se va a poner bueno. Ora si. Aunque la Carota cante.

Ojalá Iztapalapa se anime.


Galdino Pérez.